Club de lectura Veus de Dona y Assumpta Montellà en la maternidad |
En el pequeño Monolito homenaje a los republicanos de la playa de Argelers |
UN FECHA PARA RECORDAR
Por fin llegó el día tan
esperado, meses de espera para poder realizar la ruta que tanto habíamos
deseado.
A las ocho de la mañana
con el autobús lleno de personas emocionadas y con ganas de ver y saber pusimos
rumbo hacía el exilio. Aquel que tantos españoles se vieron forzados a hacer en
1939.
El día 3 de febrero del
citado año se abrieron las puertas de la frontera, y aquellas miles de personas
cargadas de dolor, añoranza y hambre no podían imaginar que su destino fuera la
playa de Argelers, una lugar que se convirtió en un campo de concentración, una
tumba para miles de republicanos, cuyo único delito fue ser los vencidos en una
guerra cruel, sangrienta e injusta. Ellos no entendían el porqué el gobierno
francés les trataba de esa manera inhumana, ellos, solo habían defendido al
gobierno legítimo de su país, “La República”.
Tras
haber escuchado las pertinentes y emotivas explicaciones de la historiadora
Assumpta Montellà. Allí, varados en medio de la inmensa playa, con el feroz
viento zarandeando la gruesa arena que como finas agujas hostigaba nuestros
rostros, supimos lo que todas aquellas personas tuvieron que sufrir.
Y nosotros… Sin guerra,
sin hambre, abrigados hasta las cejas, nos emocionamos al pensar en el
padecimiento de ellos, con escasa ropa, mojados, hambrientos, enfermos y separados
de todo aquello que amaban, de su tierra, su hogar, su familia…
Recordamos a las madres,
que en su desesperación ante el deterioro y sufrimiento de sus pequeños,
ahogaban a sus hijos en el mar. Un gran acto de amor, sin duda, preferían su
dolor y remordimiento antes que ver como el fruto de sus entrañas continuaba
resistiendo sin apenas aliento hasta la muerte.
Vistamos la fosa común,
allí donde gran parte de los exiliados fueron a parar. Nuestra emoción se
transformó en un gran aplauso, un pequeño homenaje a sus personas y a su
ejemplo.
Con el corazón encogido
por la carga emocional que todo ello conlleva, nos dirigimos a la tumba de Antonio
de Machado,” el poeta del pueblo”. Enterrado en el precioso municipio de Cotlliure,
donde llegó exiliado y enfermo. Apenas pudo disfrutar de la belleza del lugar,
a los pocos días de su llegada falleció en un pequeño hostal del lugar. Ante su
tumba leímos su poesía, y la del “poeta pastor” Miguel Hernández, y finalizamos
con una maravillosa nota escrita por una de las integrantes del club en
recuerdo a su abuelo, fusilado en la pared de un cementerio. Todo ello lo hicimos conmovidos y como
reconocimiento a todos los intelectuales que tuvieron que dejar su país por la
dictadura. La cultura hace libre al pueblo, por ello los encarcelaron y
asesinaron…
Después de una mañana
llena de lágrimas y tristeza, la tarde nos trajo la esperanza. El oasis de paz
en medio del horror. La Maternidad de Elna, a través del cristal del autobús
divisamos su cúpula de cristal, en ese instante no pude reprimir mis lágrimas.
Lágrimas contenidas, de admiración, por la generosidad de una mujer que supo
entregar su vida por los demás, Elisabeth Eidenbenz, o como la llamaban las
madres señorita Isabel.
Ella consiguió salvar la
vida de 597 niños, sin su ayuda y su maternidad hubieran sido presa fácil de
las garras de la muerte.
Ese oasis y Elisabeth ayudaron a cientos de
mujeres republicanas a parir con dignidad, a que sus hijos tuvieran una
oportunidad de vida, también refugió a mujeres y niños judíos huidos del
holocausto nazi.
El ver de cerca la gran casa te provoca
sensaciones dulces y amargas, el lugar transmite esperanza y felicidad, si pones
atención aún puedes escuchar el llanto de los recién nacidos, y las risas de
sus madres. Ellas, que habían visto morir a los hijos de sus compañeras y
amigas, ellas, alejadas de todo aquello que amaban, percibieron un rayo de luz
en esa mujer que recorría los campos buscando a los niños y las embarazadas.
Y allí estábamos todos,
cobijados del viento y escuchando con atención a Assumpta, que relataba con
extrema sensibilidad los detalles de la convivencia, de la manera de regentar
la casa, del huerto, de los niños, de Elisabeth…
Reme y Ángeles leyeron
sus cartas, una escrita a la Maternidad, otra a la voz dormida, las dos hablan
de mujeres, dolor e injusticias.
El viaje de retorno se
convirtió en una pequeña fiesta, una de las jóvenes del grupo leyó un fragmento
del libro, aquel que habla de la navidad, de la fiesta que Elisabeth preparó
para aquellas mujeres que lo habían perdido todo, ellas enmudecieron de emoción…
Y para poner el punto y final,
nuestra querida Reme escribió una coplilla, en ella hablaba del club de lectura
Veus de Dona, y de la salida. Los cincuenta y cuatro restantes hicimos el coro
con un… CARRASCAL, CARRASCAL QUE BONITA SERENATA…
Fue un día mágico,
emocionante y enriquecedor. Desde aquí y en nombre de todos quiero dar la
gracias a Assumpta Montellà, por su talante cercano, por sus emotivas palabras,
por mostrarnos lo que tantos quieren ocultar y por disfrutar con nosotros de
una manera genuina.
Gracia Pérez
La playa del dolor |
La maternidad de Elna |
Los valientes del grupo |
Ante la tumba de Machado |
Ángeles leyendo su carta en la Maternidad. |
Excelente iniciativa. Ha sido un día mágico también para mí.
ResponderEliminarMe alegro que nuestra experiencia te haya llegado, pero es dificil plasmar en papel tantos sentimientos. Lo único que sé, es que todos y cada uno de lo que estabamos allí lo vivimos intesamente.
ResponderEliminarBesos y gracias .
Va ser un dia de catarsi imprescindible. Molt recomanable.
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