lunes, 11 de marzo de 2013
Carta de Reme al Libro Tomates verdes fritos.
Como siempre nuestra compañera deja huella
Tomates verdes fritos, una novela intimista y tierna que me ha llegado al alma.
El modo tan natural como trata la homosexualidad, el racismo, la violencia de género así como la fuerza de sus protagonistas femeninas, Ruth, Ydgie, Onzell y Evelyn. Pero quizá el que me ha calado más hondo ha sido el de la narradora.
El personaje de Ninni nos ha demostrado que cuando el futuro es más breve que el pasado la gente empieza a mirar atrás.
Ella nos lo confirma cuando dice: De eso vivo ahora, de soñar, de soñar en lo que hacia antes.
También el apego a su hogar donde las cosas la atan a sus recuerdos, por eso dice: Quiero morir en mi casa. Cuando llega una a mi edad siempre que entras en un hospital te preguntas si vas a salir.
También nos hace notar que llegado ese momento el dinero acumulado vale poco. Hay algunas que tienen dinero, nos cuenta refiriéndose a sus compañeras de residencia, pero las que tienen dinero no me parece a mi que sean más felices.... te diré más, sus hijos no las visitan más que a las demás.
Nos hace notar la soledad de los ancianos cuando dice: De vez en cuando aparece alguien, pero es solo un hola y un adiós, de hay no pasa, hola y adiós.
Y sobre todo nos hace reflexionar sobre el verdadero valor de la vida a los que vamos por el mundo como si tuviesemos otra de repuesto en nuestra maleta, sin pensar que todo lo que vamos a dejar cabe en una caja de zapatos.
REME
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